11 jun 2008

Mudanza

Las mudanzas son una buena fuente literaria. Un amigo, un poco boquerón él, describe en su diario un par de anécdotas sobre su búsqueda de piso en N. Y. Me temo que no puedo ofrecer nada tan exótico. Me comformo con mi viejo Madriz. Y con algo tan simple como que un amigo de mi hermano se muda y deja su piso en el centro de la ciudad libre y para alquilar. Mi oportunidad de cambiar de aires, de quemar una etapa, cómo decir que no a un ático, con unas vistas increibles de la ciudad y tirado de precio, gracias a esta maravillosa crisis de la que todo el mundo habla pero que afrontamos con una estoicidad la mar de hispánica.
Las mudanzas me parecen realmente literarias, el viajar para buscar un lugar en el mundo, cambiar de espacio como símbolo del fin de una etapa. Podemos convertir un simple cambio de objetos en una metáfora con grandes significados semióticos.
La vida cotidiana es una gran fuente de literatura. Cada día me gusta más esta ciudad y estas letras que me rodean.