23 dic 2006

Navidad, una vez más



En la librería de Rafa nos hemos encontrado hoy los de siempre. Es el día previo a Navidad y sospecho que Pepe no tiene con quién celebrarlo. Se le encuentra triste y no para de hablar del mal de Montano. Andar por la Gran Vía estos días resulta algo complicado. Parece que el resto del país, los cuarenta y tantos millones de personas, han decidido venirse de compras y celebrar las navidades en esta calle. El frío y la aglomeración de gente aumenta nuestras ganas de refugiarnos en los libros. “Sólo falta el chocolate para quedarnos aquí, Rafa” dice Pepe con ese halo triste que tienen los protagonistas de las películas de cine mudo, lo dice todo con su mirada, con sus ojeras y sus pocas ganas de hablar de algo más de lo que está leyendo. Rafa no me cree cuando le comento que en el jardín del convento de los dominicos me encontré el otro día un caracol gigante que me dijo ser Bousoño durmiendo. “Sufres también del mal de Montano, querida”, me dijo Pepe con una tristeza tan grande que su columna parecía derretirse como un gran reloj daliniano. “Pepe, te veo tan triste que creo que este frío no te alcanza”, le respondo. “Déjate de mariconadas” escupe. “¿No sabes que en estas fechas se mueren los caracoles de hambre? Ni siquiera en el jardín de los dominicos podría resistir alguien tan hambriento de literatura como Bousoño durmiendo.”

No sé nada de caracoles, sólo que en la Cava los puedes comer, muy ricos, de distintas maneras. Pero no sé cuánta literatura necesitan para sobrevivir, ni mucho menos si comen lechuga o tréboles de cuatro hojas. Sé poco de los caracoles y bastante poco de Pepe. Y en realidad lo que sé de Rafa es que tiene una librería y que sabe escuchar.

¿Qué regalarles por Navidad? He pensado darles una sorpresa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues no les regales un libro,regálales la literatura de todos los días, los cuentos que nos contamos para sobrevivir, aspirina hecha de letras, refugios de palabras, un abecedario para jugar por las noches entre las mantas, regálales unas líneas escritas por ti para ellos...
un beso
Ma

Kandela dijo...

Gracias Ma por tus ideas, por estar siempre ahí, pendiente, de pasearte las calles de este Madriz conmigo,por llorar en la esquina del Arcón de Momo en 65 palabras...