11 dic 2007

Amigos

Todos conocemos los defectos de nuestros amigos, y quizás por eso los queremos. La cuestión es qué defectos permitimos y cuáles hacen que un amigo deje de serlo, en qué momento nuestro cariño y paciencia se convierten en tirria. Un año más nos dicen que la Navidad debe de ser tiempo de paz. Un año más nos intentan vender una moto, como con las olimpiadas, que al final traducimos en puro consumismo y mercantilismo. A mí me da por encerrarme a leer, a ver pelis y a salir con Jordi, que últimamente no paramos en casa, de tantas ganas que tenemos de estar juntos, o por lo menos yo, que ya era mucho esperar lo que he esperado. Rafa sigue ñoño con su chica, tanto que se me hace insoportable hablar con él. Me mira y se ríe y me dice con cara bobo, "Tú sí que sabes lo que es estar enamorado" y le miro y me pregunto si vivimos en mundos paralelos, porque no, no creo que me ponga tan ñoña por estar agusto con alguien. Y eso que me considero una mujer apasionada. Pero no ñoña. Y es que estas fechas pareen propicias para las ñoñerías, que no me parecen amor verdadero, me parece baboso. No me imagino diciendo a Rafa, "mataría por ti, me volvería una bestia si veo que alguien se me te contigo". Más bien me le imagino suplicando clemencia por amor, que el La princesa prometida queda muy mono, pero parece poco fiable.
Jordi quiere que me vaya con él a pasar las navidades a su pueblo. Y quizá vaya, aprenderé catalán y comeré butifarra, o lo que coman en su pueblo. Que las navidades en Madriz se me hacen muy pesadas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

todo depende de el concepto ñoño.. para mi tu no eres ñoña. eres buena persona, unas veces mas compransiva otras menos... pero buena persona que es lo que cuenta y contará..

cuidate mucho y feliz navidad!