4 abr 2008

Melinda o Melinda

He oído a Espiro Freire decir que a la hora de escribir los problemas estructurales que se le plantean vienen del tiempo, fundamentalmente. He de reconocer que mi simplicidad me lleva a plantearme si lo que quiero escribir será dramático o cómico. Supongo que influido por el hecho de ser de la generación del cine y la televisión. Se me ocurre un personaje que puede funcionar en la historia: un joven universitario obsesionado por el éxito dedica cuatro tardes cada semana a ir al gym, se ha comprado el último modelo de un coche que no puede pagar y sus novias deben ser modelos, como poco. Puedo convertirlo en una crítica de los superficial que es esta sociedad, que busca en la imagen y el dinero la felicidad o puedo convertirlo en alguien ridículo, gracioso, con situaciones embarazosas, liadas y divertidas. O puedo hacerle sufrir en silencio su infidelidad y su soledad, con la presión del éxito, tan falso como el suyo, de aquellos que les rodean.
Ese es mi primer escollo.
Se lo cuento a Rafa esta mañana y se ríe: "No, tu problema es cómo dejar de escribir de ti y de tu mundo. Conoces demasiada gente así como para que alguien no se sienta identificado. Ese es tu primer escollo."
Me sigo preguntando, entonces, ¿he de aislarme tanto para crear?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no, escribe como solo tu sabes!!!!

mua

Mamwualde dijo...

Si miras por el balcón verás la isla y si hace buén tiempo puedes llegar nadando!

interpreta-sones dijo...

estoy con expejavi:
ni bloque-arte, ni desesper-arte, ni boquerones en vinagre. escribe!
(como tú sabes)