
Persigo un objetivo inalcanzable. Corro por la Gran Vía sin saber que huyo de lobos, panteras negras, que me persiguen para devorarme. Voy vestida de blanco, de gasa blanca. Corro cuesta abajo hacia Plaza de España y nadie me ayuda, en la acera multitud de hienas se ríen esperando para verme caer. Corro, las panteras me alcanzan, y siguen corriendo a mi lado. Corro, y al final de mi recorrido te veo. Vestido con un traje blanco, entallado, con chaqueta de cuatro botones y mangas de encaje, con tu pelo negro, largo, al viento, sobre la cara, ocultando tus ojos, cayendo sobre tus mejillas, pálidas. Comienza a llover y me esperas. Llueve y me paro junto a ti. El tiempo se para a mi lado. Las hienas dejan de reír, las panteras se paran, los lobos nos miran, serios. Paro y te miro. Estás ahí. Inalcanzable.
2 comentarios:
si te pusieras un poco borde y te dieras la vuelta y plantaras cara a todas esas fieras, habría que ver las caras que se les quedan!! creo que no daría tiempo ya que huirian despavoridas!! jiji
un besitooo chunga!!
Sueños inquietantes acompañan a Kandela por la noche ¿o no es más que una visión a través de las gafas de Montano?
Y aún así el cuadro que has pintadose me antoja que no carece de belleza a través de los blancos y los negros, de la persecución y los espectadores... y el objetivo, que permanece fuera del alcance.
Sigue así, a cada entrada me surgen más preguntas sobre Kandela y me atrapa más tu blog.
Bs.
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