
Delante de mí esa mirada fría, inmóvil, distante. Me miras y no me ves, no es que no me escuches, es que andas ausente. No es que no te importe lo que te digo, mis razones, mis reflexiones, que no, que las cosas no son como las ves, tu opinión no es la única, hay otras, está la mía, que no es ni mejor ni peor, pero que deberías tener en consideración. Por respeto, por humildad. Pero eres tan egoísta que ni siquiera eres capaz de rebatirme con argumentos válidos, sólo entiendes mis razones cuando me altero, grito y doy un portazo. Es entonces cuando te das cuenta de que si me altero, yo, que soy la paciencia personificada, que soy capaz de perdonártelo todo, que aguanto lo que sea, porque te quiero, te comprendo y te respeto, es entonces, y no a lo largo de mis razonamientos calmados, es ahora, cuando no paras de mirarme fijamente, como asombrado, expectante. ¿Y no te da pena que tenga que ser así? ¿No te molesta no poder hablar, discutir, sin acaloramientos, sin tener que mencionar mis cambios hormonales? Reconozcámoslo, de las chicas con las que has estado en tu vida soy la que menos problemas te he dado, la más cariñosa, la más lógica. Pero no haces caso de mi lógica, no me escuchas, consigues sacarme de quicio, sin saber cómo. Entonces pasa lo que pasa, que no controlo mi pasión, eso que te gusta tanto de mí, que me convierte en una mujer caliente, creativa y desbordada. Espero que las manchas salgan bien del gres. Y deja de mirarme así.
3 comentarios:
de lo mejorcito que he leido ultimamente CHAPÓ!!
a sus pies señorita, para lo que usted quiera y sin sacarla de quicio, aunque a veces logre alterarte un poco con mi forma perezosa de ser jiji
besiness
Prueba a darle con el Cillit Bang..
En mi opinión es un texto obvio, esperable, creo que lo mejor es el dibujo, y ni siquiera es mío. Gracias de todas formas, Expe.
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