
Cae la tarde y sabes que nada va a ser como antes. Los amigos están lejos y los días pasan sin motivo aparente. Esta mañana no he pasado por la librería de Rafa. Me he quedado en casa trabajando, pensando, escribiendo, leyendo, tocando la guitarra. Noto mi mundo extraño, como si una bomba hubiese arrasado con todo, me he puesto a escuchar Daugther, de Pearl Jam, una de mis canciones favoritas del grupo:
Alone, listless. Breakfast table in another wise empty room.Young girl, violence. Center of her own attention. The mother reads aloud, child tries to understand it. Tries to make her proud. The shades go down. It's in her head. Painted room. Can't deny there's something wrong.
Con las ventanas abiertas, saltando, viviendo el punteo y la sucesión de acordes, simples pero contundentes. Se cuelan unas risas vecinas desde el patio interior. Suena el timbre.
-¿Quién es?
-Tu vecino.
Le abro con preocupación imaginando un viejo con malas pulgas mosqueado por la música tan alta. Ante mi sorpresa un guapo moreno, con una sonrisa amplia, los ojos más negros que he visto en mi vida. Como en una serie de televisión. Quién se va a imaginar que al abrir la puerta va a aparecer un hombre tan terriblemente guapo. Sólo le falta ser bombero.
-Me imagino que te molesta la música, perdona, no me he dado cuenta.
-En realidad no me molesta, es uno de mis grupos favoritos, pero te voy a pedir que la bajes porque necesito dormir. Ayer salí hasta las tantas y mañana trabajo, como todo el mundo, supongo. Fue una noche extraña, la de anoche.
-Bueno, yo no salí anoche, pero sin duda la bajo ahora mismo. ¿Puedo preguntar qué fue lo raro de anoche?
-¿Has tenido alguna vez la sensación de irte cruzando con gente cada vez más rara? No sé si porque al ser más mayores cada vez tenemos más manías o si soy yo que miro de manera distinta.
-Contínuamente.
Alone, listless. Breakfast table in another wise empty room.Young girl, violence. Center of her own attention. The mother reads aloud, child tries to understand it. Tries to make her proud. The shades go down. It's in her head. Painted room. Can't deny there's something wrong.
Con las ventanas abiertas, saltando, viviendo el punteo y la sucesión de acordes, simples pero contundentes. Se cuelan unas risas vecinas desde el patio interior. Suena el timbre.
-¿Quién es?
-Tu vecino.
Le abro con preocupación imaginando un viejo con malas pulgas mosqueado por la música tan alta. Ante mi sorpresa un guapo moreno, con una sonrisa amplia, los ojos más negros que he visto en mi vida. Como en una serie de televisión. Quién se va a imaginar que al abrir la puerta va a aparecer un hombre tan terriblemente guapo. Sólo le falta ser bombero.
-Me imagino que te molesta la música, perdona, no me he dado cuenta.
-En realidad no me molesta, es uno de mis grupos favoritos, pero te voy a pedir que la bajes porque necesito dormir. Ayer salí hasta las tantas y mañana trabajo, como todo el mundo, supongo. Fue una noche extraña, la de anoche.
-Bueno, yo no salí anoche, pero sin duda la bajo ahora mismo. ¿Puedo preguntar qué fue lo raro de anoche?
-¿Has tenido alguna vez la sensación de irte cruzando con gente cada vez más rara? No sé si porque al ser más mayores cada vez tenemos más manías o si soy yo que miro de manera distinta.
-Contínuamente.
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