20 dic 2007
Placeres
3.- Dormir cuando se tiene sueño. A lo que sumo que me abracen toda la noche mientras duermo unos brazos fuertes de hombretón apasionado.
4.- Escuchar a Arcade Fire en directo.
5.- Leer enfrente de la chimenea, con mi gato durmiendo sobre mis piernas. Y si es posible, en la ventana desde la que se ve el Mediterráneo.
18 dic 2007
Diestro
11 dic 2007
Amigos
28 nov 2007
Despistes
1 nov 2007
Visitando Madriz
Me he pasado el día nerviosa, pensando en cómo enseñar mi Madriz a Jordi. Ha estado un año del trabajo a casa y de casa al trabajo, y sus fines de semana, sus puentes, sus fiestas, yendo al pueblo a ver a su familia. Ahora que estamos juntos quiere que le enseñe la ciudad que amo. Programo cada minuto que vamos a pasar juntos sabiendo que luego cualquier parecido con la realidad será mera coincidencia. Asumir eso ya me parece un logro. Es como superar parte de la neurótica que llevamos dentro. No enfadarse porque lo planeado se interrumpe, no enfadarse porque parece que todo el trabajo elaborado se va al traste por la opinión de otra persona, como si cambiar de opinión en el último momento supusiese una traición, en un confuso ataque de celos sin fundamento.
Iremos a ver la ampliación del Prado una mañana, y es una pena que no nos podamos colar de noche esta vez para que el fantasma de mi amigo Eusebio le enseñe el museo como es debido. El caso es que hace mucho que no hablo con él, y seguro que con el jaleo de las obras y de la inauguración se habrá escondido en algún recoveco del sótano. Había pensado en mandar a mi gato para que le buscase y le pidiese el favor, pero Hamlet, mi gato, se vuelve perezoso con la llegada del frío y no hay manera de hacerle salir de casa. El caso es que Eusebio se lleva muy bien con él y es bastante huraño para pedirle una visita privada, porque si nos pillan se le cae el pelo. A mí me parecía una idea romántica, lo de poder visitar el museo de noche, quizá un poco de película, por eso también me da corte, no me gusta parecer tan ñoña como debo de ser en realidad. Así que decido dejar en paz a Eu y hacerle un guiño cunado vea Las Meninas, tal y como a él le gusta, una pequeña alusión, en claro homenaje a su persona, aquel individuo que salvo el cuadro de un robo a principio de siglo, lo que le costó la vida y que, tristemente, relacionaron con los ladrones y con un posible ajuste de cuentas en vez de con la verdad, que, igual que los ladrones, él conocía la forma de colarse de noche y que le gustaba pasear por sus salas él sólo, sin aglomeraciones ni turistas japoneses. No hubo manera de demostrar que no estaba allí como cómplice, el sistema judicial a principio de siglo era algo caótico.
Pasearemos por el Madriz de los Austrias, escucharemos jazz en el Populart, quizá una noche de cuentacuentos en Libertad 8, después de una cena en La panza es lo primero. Una vuelta por el Retiro para acabar visitando la escalinata de la Biblioteca Naciona, sus jardines. Miraremos bajos en el Leturiaga de Callao y después tomaremos algo en algún café de la Calle Ruiz. Una cena en el sushi bar de Gran Vía y una copa en la Sala el Sol, o en el Fotomatón, con todos, aunque eso sea lo menos novedoso, porque al final e slo que siempre hacemos los viernes. Un concierto en Plaza de España, de Gogol Bordello, por ejemplo, y una comida en el Rodicio de Sainz de Baranda. Le llevaré a alguna librería de viejo, la Baroja en Fuencarral o una de novedades, La Central en el Reina Sofía. El domingo la obligada visita a El Rastro y el consiguiente aperitivo en La latina.
Madriz es tan bonito en otoño…
31 oct 2007
Ser escritor
30 oct 2007
Incontrolada
26 oct 2007
Un ruido
21 oct 2007
Pasión
19 oct 2007
De coches y gatos

30 sept 2007
Mi gato

22 sept 2007
Azar

A veces pasa que ese encuentro entre desconocidos se produzca por Internet: un blog literario, un par de fotos, tres frases en las que piensas me podría enamorar de él con sólo olerle. Pero nunca le vas a llegar a oler, nunca vuestras miradas se chocaran en un cruce a destiempo, el abismo es insalvable.
Las historias de amor vistas a través del ojo de Edgar, el que provoca el mal de Montano, ese que lo ve todo en blanco y negro, son maravillosas y eternamente fugaces.
15 sept 2007
La cena de los viernes

14 sept 2007
Encuentros, casualidades, ficciones

Pero no creais que vivo para trabajar, también hago escapadas de vez en cuando. Una de ellas a un concierto de Pop around the world. He de confesar que alguno de mis amigos eligen sus conciertos como de una competición se tratase, "a estos no, son mejores estos otros". Por mi parte intento ir a todo lo que me gusta, a darle placer a mi oído, del que tiendo a pensar que forma parte de mi aparato reproductor puesto que pocos hombres en solitario me han dado más placer que un buen concierto de rock. Va a tener razón el pobre Barthes en aquello del arte como forma de comunicación erótico-festiva.
El concierto fue estupendo, el ambiénte cálido, con poca gente, como suele pasar con los grupos teloneros, porque después tocaban los Wilco. Me lo pasé en grande ocn los dos grupos, creo que llegué a ronronear y todo.
- Me gusta pasar desapercibida. Pasé unos días en casa de unos amigos en Altea, y me acerqué a escucharos a Alicante y a Valencia, cuando tocásteis con The delgados.
- Esa frase es muy Hornby, ¿te gusta?
- Bueno, hace años que le leo, y tiene algunas novelas muy buenas y otras no tanto, como todos. Lo que sí es cierto que hay algunas obras que te marcan porque llegan en el momento justo, más allá de su calidad, que en este caso creo indudable. Desde luego una fue el Bug de Dinosaur Junior, al que le siguió inevitablemente el Nevermind de Nirvana. El otro ha sido Alta fidelidad. Supongo que junto American Phsico. Los considero pilares de una forma cultural determinada, al margen de lo ofical, de las ventas a mansalva y de lo dictado en las universidades como culto. Aunque reconozco que de todo ello picoteo. Crecí en los noventa, así que sí, me gusta.
- ¿Y me has dicho que te llamas Candela? Es un nombre bonito. Poco común en Madriz.
- En realidad es Kandela con K.
- Te llamas igual que una escritora que sigo, tiene un par de cosas publicadas bastante interesantes y dicen que dentro de poco sacará algo nuevo.
- ¿Sí? -Oviamente ese lado vanidoso que todo escritor lleva dentro provocó una - Nunca a publicado fotografías suyas. Es curioso, porque estamos en la época más audiovisual de la historia, y pensaba que la vanidad es uno de los motores del arte.
Touché. ¿Y cómo sabes que va a sacar algo pronto?
- Tengo un amigo que trabaja en Anagrama. Además dentro de los ambientes periodísticos lo sabemos todo.
- Eres periodista...
- Sí, ¿no lo sabías?
- Que me guste cómo tocas el bajo no quiere decir que me interese por tu vida.
- Supongo que es la diferencia entre ser periodista y ser escritora.
- Entonces sabrás que no concedo entrevistas. Tenlo en cuenta porque el viaje a Madrid es largo y no es plan de que me hagas callar. Hablo como una cotorra, por los codos, y lo pasaría fatal.
- No te preocupes, tampoco me apetece terminar en la Rockdeluxe con declaraciones cruzadas sobre odios tan antiguos que nadie se acuerda de dónde salieron.
- Ok, entonces no puedo darte más que la bienvenida al club
- ¿Qué club?- preguntó entre divertido e intrigado.
- El de las Punkitas.
16 ago 2007
El verano del amor

Me mira asombrado mis ojeras, de no poder dormir, de quererme escapar de nuevo. Me iré a recorrer España con un mapa de carreteras, sin rumbo, y con el portátil para ir narrándolo. Quiero hacer una bitácora de viajes. Rafa se mete conmigo y me insta a que acabe la novela. Le termino preguntando qué le da su argentina para hacerlo tan feliz: “he encontrado por fin una persona con quien compartir momentos”, me contesta.
Y sigo pensando que no entiendo nada.
9 ago 2007
Con Clau

En un momento me los quedé mirando porque es agradable encontrarse como en casa cuando hablas con alguien. Y me pasa así últimamente. Cuando ceno con ella y con su chico, cuando comparto una copa de vino con Jordi, tan amigos ahora, tan confidentes, cuando voy a la librería y es como el salón de mi casa. Me siento adoptada por todos ellos, que me aceptan en sus vidas con naturalidad, como si nos conociésemos de toda la vida cuando a alguno de ellos los acaba de encontrar en el camino. Y ya hacemos planes, nos reímos y celebramos que seguimos vivos.
La vida es así de impredecible, pero hoy sé que un año más estaré aquí, en este Madriz que es tan nuestro y tan de sí mismo.
3 ago 2007
Me atrapan los días
Me atrapan los días escuchando música nueva que me recuerda a temas antiguos: Devendra Banhart y su versión de Summertime; Patrick Wolf cantando My name is Tristan and I´m alive, con lo que me despierto cada mañana; Cat Power y la dulzura de su voz; Amy Winehouse y su profunda voz de negra setentera; la energía eléctrica de los Rhodius. Escucho tanta música porque no me quiero oír. Mis palabras están llenas de recuerdos y de ilusiones que sé que no se cumplirán. ¿Cómo hacer para dejar de soñar? Algún día tendré que tratarme este mal de Montano que hace que me invente historias en cada esquina: ese beso en la playa al amanecer; una caricia a la cintura, dulce y fuerte a la vez; un concierto multitudinario donde se me invita a participar en una canción, la última, y donde toco como nunca; una llamada telefónica dándome una mala noticia justo antes de servir el postre con la casa llena de amigos; una mano que me ayuda a cerrar un vestido; una canción que me acompaña mientras conduzco…
Me atrapan los libros, los devoro y los vomito: una historia de suicidas con Hornby; una argentina inventada por un polaco; una punky princess que se inventa Madrid a cada esquina; un ensayo sobre elefantes o un debate sobre la guerra; alguien me recomienda el último de Neil Gaiman, buena elección, pienso, y pongo un dibujo de él como fondo de escritorio.
Me devoran las noches, la luna pasa de creciente a llena a menguante. Viene mi periodo y se va.
Estoy un poco más muerta, un poco más llena de vida, un recuerdo más, un suspiro menos.
1 ago 2007
Wolf

31 jul 2007
Un polvo realmente soso

30 jul 2007
Pellizcos de verano

Abro el cierre con un tremendo ruido, que el barrio se entere de que abro la librería ya, luego la alarma, las luces, la caja, la escoba y barro un poco, no sé para qué, por aquello de hacer algo y disimular porque luego los libros están tan llenos de polvo que no hay manera de limpiar nada. Todas las mañanas tiro algún montón de libros con la escoba, lo que me da la oportunidad de redescubrir alguna joya olvidad en las estanterías. Hoy he rescatado No pienses en un elefante de Lakoff. Cuando salió de novedad lo usamos para la tertulia. Esta mañana lo retomo asombrada de lo evidente que parece lo que expone y sin embargo tan complicado de llevar a la práctica: un cambio de marco supone un cambio social. Cuando vuelva Berta de Bolivia le tengo que recomendar el libro, que no se me olvide.
En la librería pongo cds que Rafa guarda en la trastienda, clásicos del jazz, clásicos de la electrónica, algún que otro cantante folk, algo de bossa, de lo más variado en su extensa colección de cinco mil cds que guarda entre su casa y su librería. Suena el Kinds of Blue al entrar Héctor, mi lector asiduo de siete años. Le suelo comprar unos panecillos en la panadería de la calle Santa Brígida la salir de casa para que no se me muera de hambre mientras lee, que le noto muy delgado y un día de estos se presenta su madre a matarme por pervertir a su hijo con tanto libro. Sospecho que en breve va a desarrollar el maldito mal de Montano, quizá incluso de forma más aguda que su incipiente miopía. Me ve con Lakoff y le explico lo que son los marcos semánticos. El me cuenta que anoche trasteó en las cosas de su padre y consiguió crear una cámara de infrarrojos sumergiendo no sé que placa en no sé que ácido y creando una conexión con la placa base de su ordenador. Por dios, si tiene siete años, lo que hace no tener hermanos pequeños a los que pegar. No me ha dejado claro es para qué quiere una cámara de infrarrojos, supongo que la diversión es el proceso no la utilidad. Por lo mismo le propongo una partida de Go. Como era de esperar me gana, aunque ha sido duro por ambas partes. Creo que le he dejado de vender un par de libros a Rafa pero en realidad no soy completamente consciente de eso. Ante la duda decido comprarle un par de ejemplares de El curioso incidente del perro a medianoche para regalar en Navidades, por si acaso.
1984, de Orwell
La conjura de los necios, de Toole
Olvidado Rey Gudú, de Matute
El rey pasmado, de Torrente Ballester
El hombre de los dados, de Rhinehardt
El mundo según Garp, de Irvin
La odiseoa, de Homero
Un tranvía en Sp, de Unai Elorriaga
El curioso incidente del perro a medianoche, de Haddon (uno de los que he comprado a Rafa, claro)
El cazador de autógrafos, de Zaddie Smith
Seda, de Baricco
El misterio del cuarto amarillo, de Gaston Leroux
Los tres mosqueteros, de Dumas
Dinero, de Martin Amis
Quince libros para un mes… espero que sean suficientes para este devorador compulsivo. Se despidió con un fuerte abrazo y una enorme sonrisa. Menos mal que la memoria de los niños dura tres segundos.
21 jul 2007
Porque hoy es lunes

Rafa se ha ido de vacaciones unos días con su novia argentina. He acordado quedarme en la librería estos días, que con el calor tampoco escribo hasta que no cae el sol, así que nos hacemos un favor mutuo. Porque los días pueden ser muy largos sin una piscina a mano en Madriz. Y lo bueno y lo malo de estar de cara al público en una ciudad como esta es que no para de ocurrir cosas extrañas, sorprendentes, o quizá sea mi mal de Montano, que me hace literaturizarlo todo.
Lunes por la mañana, quién se iba a imaginar que nadie va a tener ganas de entrar en una librería tan temprano. Abro, tranquilamente, enciendo las luces, desconecto la alarma, enciendo el aire acondicionado, hago una arqueo de caja, entra un niño de siete años. “Buenos días”, me dice. “Buenos días”, le respondo. Camina lentamente ojeando atentamente los libros, las contraportadas, investiga entre los ejemplares que Rafa amontona por el suelo sin orden ni concierto. Pienso si no será un enano en vez de un niño, pero no parece haber duda, sus mejillas sonrosadas, su cara sin arrugas, su agilidad. Elige Cien años de Soledad, lo que me sorprende, imaginaos cómo. Me acerco y le pregunto si no prefiere algo de la estantería del fondo, le digo con respeto señalando la sección que más se puede acercar a lo que un niño podría degustar, comics. Y me contesta que no, que le gusta Márquez porque cuenta historias como su abuela. Y no sé si refiere a la de Márquez o la de él mismo. Su respuesta es contundente y no me deja otra opción que dejarle leer, como si fuera una biblioteca, en silencio, mientras ordeno un poco y atiendo los pocos asiduos que me visitan a lo largo de la mañana.
Su mirada de inteligencia al salir conmigo me confirmó que mereció la pena.
7 jul 2007
Discusión

6 jul 2007
Nuevos tiempos

4 jul 2007
Miradas

28 jun 2007
Definición

Melómano: dícese de la persona, animal o cosa que se estremece ante la escucha de notas que, por su correcta asociación armónica o no, conmueven, ensalzan, entumecen, apoliptiquean, mengüenean, ennoblecen, enamorisquean, o cualquier otra acción que perturbe el estado físico y psíquico del que las escucha. Válgase como ejemplo los bailes espíricos que me marco en el salón de mi casa con el volumen de la cadena, ya añeja, a 30 decibelios, por lo menos, y sin ningún otro añadido que la melodía de Farrah, Pájaro Sunrise, o LHR. Sírvase también como ejemplo las carreras que se pegan mis gatos, en las que uno acaba mordiéndole los testículos al otro, acción que no entiendo en gatos castrados, después de la escucha de cualquier canción de Kings of Leon. O el desquiciante movimiento de cabeza en el coche de algunos conductores al escuchar la radio, en esos momentos siempre me pregunto qué estarán escuchando, pura curiosidad periodística, y si es el conductor o es el propio coche quien provoca los espasmos cabeceriles. Otros ejemplos llamativos son: la inevitable perforación de multitud de partes del cuerpo tras los conciertos en los festivales, con el consiguiente tatoo, sea de hena, o no, en otras tantas extrañas partes del cuerpo que no sabía ni que existían antes de dicho concierto; la afonía generalizada en el aforo de La Riviera tras sonar M por Iván Ferrerio, que me lleva a las siguientes cuestiones, ¿por qué la gente se desgañita en los conciertos cuando viene a escuchar a sus grupos favoritos?, y ¿por qué M deja al prota de la historia?
Atención, no confundir esta acepción con el glotón comedor de melones en verano, ni con los cabezamelón que de vez en cuando tienes la mala suerte de cruzarte por el camino. Nada que ver. Ni con los histéricos seguidores de algún concurso televisivo. A esos le dedicaremos una canción en breve, o no.
21 jun 2007
Alegrías del incendio

16 jun 2007
Síndrome Hornby

Y las conversaciones en la librería también cambian con el verano. Poco se habla de literatura después de la Feria del Libro. Ha comenzado la temporada festivalera y sólo se habla de los conciertos a los que se puede ir y a los que no, de si el directo de tal grupo es mejor que su disco o si tal ha perdido voz por culpa de las drogas. Supongo que en la tienda de Juan Vitoria se hablarán de cosas parecidas. Quizá incluso hagan la lista de las diez mejores canciones editadas del año. Le digo a Rafa que mis canciones del mes siguen siendo:
1. Sunday morning birds
2. Alegrías del incendio
3. Esto no es otra canción de amor
4. In betwen days (de la bso de Tu vida en 65 minutos)
5. Diecinueve
6. A sort of homecoming
7. Blouwers Daughter
8. Stopped cloks
9. No distance left to run
10. Ocho y medio
Lo que demuestra mi cabezonería en mantener perennes temas durante varios meses. Qué poca movilidad, me dice.
Y hablamos de la vida y de conciertos y de relaciones, como siempre. Ahora que él está felizmente enamorado no para de darme consejos, como si hubiese una fórmula. “Ayer estuve viendo a Delco”, le cuento. “Llegué tarde pero tocaron muy bien. El bajista hacía acoples para dar un toque de distorsión distinto, me moló, algo simple y efectivo. Fuimos pocos, como la otra noche con Polar, pero merece la pena verles en directo. Aunque el violín y el teclado sonaban algo bajos. Y qué voz tiene el cantante, muy chula, potente, dulce. Hizo un tema sin micro, dulce y sobrado, emocionante y humilde a la vez. Qué ojazos, no sé cómo no se quedó él con las grupis. Claro, había un par de chicas pidiendo guerra, muy majas, pero con unos cuerpos terribles. No me mires así Rafa, no es un comentario machista, tenía una tripa de mujer de cincuenta, supongo que, siendo las únicas chicas pidiendo guerra de la noche, fue normal que las entraran, ¿no?, que en el fondo os dan igual las barrigas, para una noche me refiero. Y sí, seguro que eran majas y buenas personas, si no las estoy juzgando. Que no, tampoco es que esté celosa. En fin... Caray, Rafa, que me pones nerviosa, ya no te cuento ná, si era por hablar de algo. Pues claro que tocaron bien, tan jóvenes, tan indies, tan monos. Con una telecaster y un par de pedales sólo. Rafa, eres demasiado exigente, no me extraña que te hayas quedado en Joy Division, ¿pero al final vas a ir al Sumercase o no?...”
Los días fluyen, en la librería de Rafa
8 jun 2007
Si es tan fácil

2 jun 2007
Crisis

23 may 2007
Corazones rotos

Anoche volví a quedar con Jordi. Me vino a buscar con unos vaqueros y una camisa blanca, anunciando ya el verano que viene, que le daba un toque de elegancia sobre el desenfado de sus vaqueros. Unos zapatos negros y un reloj grande como único adorno. Llevaba una colonia suave, con algo de almizcle y un ligero toque a vainilla. Yo me puse un vestido rojo de tirantes, unas sandalias de tiras negras con algo de tacón, pendientes de aro y un anillo grande, de nácar, en el dedo corazón de mi mano izquierda como todo adorno. Una pareja sobria, sin grandes acicalamientos. Nos vi como una pareja perfecta. Y en esta segunda cita no me pude contener la ironía de la situación, “Jordi, con lo grunge que somos, lo pijo que vestimos”. Fuimos a cenar al Gala, un restaurante con una carta de vinos inmejorable, un maitre de una amabilidad casi infinita y buena comida. Después acabamos riendo y bebiendo caipiriñas en el Cocoon, con música chill-out de fondo. Algunas risas, algún comentario sobre las próximas elecciones y lo viciado que está todo, alguna historia de la infancia. Una velada para conocernos mejor y desconocernos mutuamente.
Anoche volví a quedar con Jordi, y en el momento de la segunda copa vinieron las confesiones, que le gusta tenerme como amiga porque se siente solo, porque tras su separación está asqueado y no confía en nadie, que pensó en tener hijos con la chica a la que tanto amó hasta que se largó con otro, lo nunca esperado, lo siempre temido, que ahora no sabe lo que quiere ni a dónde va, ni donde pertenece, no sabe si se siente más catalán por su madre, más madrileño por su padre, que ha vivido en un sitio y en otro y que ya está algo harto de vagabundear, pero no sabe qué será de su vida mañana, que a su madre le han detectado leucemia y por primera vez se da cuenta de la proximidad de la muerte, le abracé, nos abrazamos, suspiró, cortó la confesión con un poco de sarcasmo, como sólo él sabe hacerlo, y volvimos a nuestros temas de siempre, que si Uma Thurman, que si Rocangliolo, que si Nueva Vulcano, que si la feria del libro que se aproxima.
Anoche volví a quedar con Jordi, y precisamente porque no acabamos en la cama, me enamoré silenciosamente de su mirada triste. Y recordé cada una de las canciones pop que describen perfectamente lo que siento: mirar sin que te miren, suena ridículo, suena patético, suena a canción facilona, suena a ese pop más melancólico, el de los corazones rotos, el de escalas dóricas y B con quinta disminuida, a poema de nuevos románticos.
Anoche volví a quedar con Jordi.
21 may 2007
Serendipity

17 may 2007
El hombre que bailó con Ella Fitzgerald

René es un hombre feliz, sabe lo que quiere, aprecia lo que tiene y puede decir con orgullo que ha vivido lo que quiso.
16 may 2007
Elecciones 2007

15 may 2007
Plan B

En el coche, sonando Sibil Vane:
-Me encanta que me den material para mi novela. Tuve ayer una cita terrible, pero le sacaré jugo. Menos mal que tenía un plan B. Decía mi abuela, era una mujer sabia, que siempre había que tener uno. El otro día me encontré en la parada de metro a un antiguo compañero de trabajo de Héctor. Me reconoció él, que si soy yo paso de largo y no me doy ni cuenta. Héctor nos había presentado en alguna ocasión y la verdad, no es del tipo que me suele llamar la atención. Un chaval normalito, tirando a bajito, más bien calvo y gordo. Me pidió el teléfono entre balbuceos, más que nervioso, histérico. A mí me pareció muy tierno, tanto nerviosismo, y se lo di encantada, el teléfono y mi mail. Me sorprendió, chateando con él al día siguiente, sus gustos musicales: me nombró en menos de diez minutos La buena vida, Los Planetas, Tom Yorke y Jarvis. Así que no me pareció tan mala idea quedar con él cuando propuso ir a ver una obra del Festival de Otoño. Le dejé decidir, por aquello de que mola que te sorprendan, en el fondo soy una tradicional. Eligió una obra de baile español, bastante pobre para lo que suele ser el Festival, con una entrada horrible, al final del todo del Albéniz. Menos mal que es un buen teatro y pongas donde te pongas ves y escuchas bien. Al salir propuso ir a cenar, pero no había hecho ninguna reserva, y como salimos tarde sólo se le ocurre decir de ir a un McDonals. Craso error. No se puede tener una cita en el McDonals con treinta añazos. Nos sentamos, él con una hamburguesa, yo con mis papas fritas y al final me confesó que los grupos que me nombró son cds de su hermano y que a él, en realidad, le gusta David de María y que no tenía ni idea de teatro. Como comprenderéis al día siguiente tenía que trabajar, andaba algo cansada y era mejor irse a casa. Lo debí hacer tan mal que el tipo al despedirse sólo se atrevió a decir: no me vas a volver a llamar, ¿verdad? Era un buen chaval, pero como dice Rafa, por la calle te cruzas con buenos chavales y no te los vas tirando a todos. Qué le vamos a hacer, tiene razón. Acabé en casa viendo un dvd con los gatos sobre mi barriga, y comiendo helado de dulce de leche: un gran plan B
Y mientras tanto Silbil Vane cantan: “somos una explosión de feromonas que sólo parecen calmarse mediante los deportes y la masturbación”. Cuánta sabiduría en una sólo frase.
7 may 2007
En concierto
Mi canción, mi guitarra, yo
6 may 2007
Isidros

Y como yo, cuestión de herencia, supongo.
29 abr 2007
Fotomatón

Madriz es una ciudad literaria en la Librería de Rafa. También es una ciudad muy musical. Todo el año. Pero en primavera rebrotan los conciertos, como naturalmente, y los grupos recargan energías. El viernes estuve en el Fotomatón, en San Bernardo. En un momento en el que hablaba con Javier corté la conversación y se lo hice notar: “no sé a dónde llegaremos, si conseguiremos nuestros sueños, pero date cuenta quién está esta noche en esta sala, tú y Pinker de The Lezbians, Los sitios al completo, Jorge y David de Rhodius, El Nano y Gonso de Barrio Tomillo, Alberto García que es director de cine y yo, con amagos de escritora. ¿Podría considerarse esto una reunión generacional?”
El viernes en el Fotomatón me encontré con una generación de talentos hablando de música, de literatura y de cine. Madriz no morirá nunca.
25 abr 2007
Homenaje a Juan Ar. en el Día de San Cervantes

13 abr 2007
Distorsión

La música me atormenta en ocasiones, en otra me relaja, en otras me duerme. Me dejo llevar por los sonidos, no reconozco el grupo pero me suena, me resulta familiar, doy otro trago y me dejo llevar, hay mucho humo, mucho y huele a costo, mucho. Siento el calor acariciando mis ideas y la música golpeándome las nalgas, así, así, siento un cuerpo cerca del mío, moviéndose, quizá bailando pero puede que sólo quiera pasar, hola me dicen, no contesto, no me sale la voz, veo un rostro, y es hermoso, me mira con ojos tiernos, negros, de almendra, me roza la mejilla mientras me habla. Sólo puedo dejarme llevar, lo notas, es el pop más melancólico, el de los corazones rotos, no me rompas el corazón chiquillo, esta noche no, esta noche sólo dejo que me hagas el amor, lo notas, me acerco la copa a los labios y te desdibujas, te miro y no te alcanzo. Tienes una sonrisa imposible.
12 abr 2007
Cazando ilusiones

10 abr 2007
Extrañas sensaciones

Sigo teniendo esa extraña sensación de extrañamiento, de no pertenecer a este mundo. Lo comento con Rafa y sólo me da una solución: escribir. Estoy obsesionada con mi novela, y con la Guía. Me surgen personajes, de forma caótica. Hoy nos hemos juntado en la librería Rafa, Jordi, mi nuevo vecino y Beatriz, la chica argentina de Rafa. Parece que mis chicos extraños al final terminan por tener vidas normales. Rafa está enamorado y mira con ojos de querer tener críos. Su chica es dulce, cariñosa y lee a Niechtze. Jordi resultó no ser bombero sino el director de una macrodiscoteca de moda, sumergido de lleno en la frivolidad de la noche y la administración de empresa, talla madera en sus ratos de ocio para desestresarse. Beatriz me mira con ojos de pena e intenta hacerme comprender que no podemos cambiar el mundo, que insistir en el error no es sano.
Trato de hablarles de cambios, de cansancio y de pereza, pero parece que no quieren escuchar. Les cambio de tema y les pregunto si creen que es el tiempo quien marca la estructura o a la inversa. Beatriz insinúa que no lee a Borges, pero que le gusta Cortazar. Yo menciono a Alejandra Pizarnik. Jordi me invita al cine, quiere ver 300 y me parece buena idea. Esta noche, después de pelearme con la página en blanco y ver cómo evoluciona Candela, iré al cine y disfrutaré de la estética de una película extraña que no tiene nada que ver conmigo. Beatriz me presta el Anticristo y yo la respondo que Focault. Miro a Jordi y le deseo. Quizá de esta noche no pase, para ninguno de los dos. Guardamos un minuto de silencio por la muerte de la cultura y brindamos como Nacho Vegas: sólo podemos sobrevivir. Sobrevivo entre libros, música y cine. Mi paraíso es La Plaza de Altea.
9 abr 2007
Lobos
Pero, a pesar de mi deleite estético, soy incapaz de comprender su desapego, su afán de caza me desconcierta, su frialdad me descompone. Una vez más caigo en sus redes sabiendo que no llevará a ningún sitio y sólo el mero disfrute hedonista hace que merezca la pena.
Y entonces espero al próximo que llame a mi puerta, observando y convirtiéndome yo también una cazadora, de cuerpos, de momentos, de muescas en mi cama, de nombres en mi agenda.
Será por eso que las ciudades se han convertido en junglas
3 abr 2007
Música sobre el Manzanares

Por fin se ha cerrado el túnel de la M30. Tenemos planeado organizar un megaconcierto en los jardines, sobre el río, para celebrarlo. Será sin luz artificial, la noche de San Juan, con algunos de los grupos de siempre. Por primera vez un concierto a la luz de las velas, como en Pedraza, escuchando buena música. Para esta primera ocasión podríamos llamar a Paco de Lucía. Aunque tampoco me disgustaría algo igual de tranquilo pero menos convencional como Espers, Amandine o Cocorosie. Qué carajo, que vengan los tres. Hemos pensando en organizarlo Rafa, Al, Jordi y yo y sin duda no parece mala idea. Cómo me gustaría un año de estos que fuera mi grupo, las Punky Princess, quienes tocasen un acústico tranquilo sobre el Manzanares. Siempre pensando en el mañana, seré cabraloca… Ya sabemos todos que el mañana no existe.
Señor viajero, si vienes a Madriz en la noche de San Juan, ven a escuchar música sobre el Manzanares.